Damaramu ha cometido el error de su vida.

Tiempo llevabamos esperando esta película, desde que vimos su trailer, con esos personajes estrambóticos propios de la mente de Tim Burton, inspirados algunos de ellos en los actores que los doblan, como Johny Depp, Elena Boham Carter o el mismísimo Christopher Lee.
Este largometraje utiliza la misma técnica de animación que 'Pesadilla antes de Navidad', los 'actores' con muñecos a escala, que son filmados en un fotograma, tras lo cual se mueven manualmente para filmar el siguiente fotograma y así sucesivamente.
El diseño de personajes es de lo más llamativo, me recordaba por momentos los de One Piece, en cuanto a que dejando a un lado los protagonistas, el resto son muy bizarros, con características desproporcionadas.
La banda sonora me ha encantado, en especial los solos de piano que tocan los novios.
En cuanto a la historia, el punto de partida es una boda de conveniencia entre la hija de unos aristócratas venidos a menos y el hijo de unos nuevos ricos, con una fortuna proveniente del comercio de pescado. Pero nuestro amigo Victor ante los nervios de la boda, termina tomando la mano de una novia muerta, alma en pena por haber muerto asesinada a manos de su prometido. Aquí empiezan sus aventuras por el mundo de los muertos.
Se puede decir que la historia en sí es un poco típica, pero con el toque gótico que le da Tim Burton.
Hay un montón de bichejos y esqueletos pululando por la pantalla, en especial me gustó el perro-esqueleto y me cayó muy gordo el gusano verde asqueroso.
Merece la pena verla, eso sí, solo dura 76 minutos, y me gustaría verla en versión original.