Todavía hay esperanza...

Esto va de algunas alegrías y también sorpresas que a veces vivimos, sobre todo que nos generan unos sentimientos diferentes a lo que día a día vemos o creemos ver, influidos por generalizar, por pensar en esterotipos, etc.
Ayer fuimos a ver la exposición de los dibujos de Akira Kurosawa que se tienen en la Alhondiga de Bilbao. Ahora mismo me arrepiento de no haber ido antes, pues el evento en sí ha llevado aparejadas un montón de otras actividades muy interesantes.
Personalmente he visto alguna de sus películas, con mayor o menor éxito (no voy a criticar en exceso, pero son pelín lentas...), y como tarde de domingo cultureta me parecía un plan estupendo. Empezamos a ver la exposición tranquilamente, leyendo los carteles y como no puede ser de otro modo, en nuestro tono, haciendo comentarios jocosos y tal. Al del poco de entrar en la sala, entró un grupo de chavales con una asistente, que hace las visitas guiadas, así que nos apuntamos a la visita.
Pues bien, el grupo de chavales, que podrían tener de media algo así como 15 o 16 años estaban encantados de la vida con la exposición y las explicaciones, y escuchamos comentarios del estilo de: esta película tengo que verla, o respondían animados a las explicaciones con datos como la fecha de los bombardeos nucleares, o con detalles de la vida de Van Gogh. Una grata sorpresa ver como invertían su tarde de domingo en ir a un centro cultural a saber más sobre un japonés director de cine, informarse y aprender.
Cuando pienso en los jóvenes de hoy día es inevitable que me pare a pensar en los canis/chunteros que suelo ver por la calle (que vivo en Barakaldo, tooo ciclaooo!), pero afortunadamente, sea en muchas o pocas ocasiones, todavía hay esperanza...