Con mal pie

Depués de ver otra metedura de pata, no me resisto a contarlo.
Resulta que salí a la calle (el cuarto de hora del café, ya se sabe) y pisé un chicle, maldita gente comedora de goma de mascar, que tira los chicles al suelo. Vas por la calle y si miras al suelo, está lleno de manchas de chicles, sobre todo mi calle, los alrededores del metro, y así. El caso es que vino pegado al zapato de vuelta a la oficina, y al quedarme de pies en el despacho del jefe, se quedó pegado a la alfombra. Madre mía que mal lo pasé, son esos momentos estupidos en los que no puedes hacer nada, no tienes culpa, pero te sientes mal.
Menos mal que hay un truco sencillo para estos casos, tomad nota: se pone un cubito de hielo sobre el chicle, y al enfriarse o congelarse, se queda duro y se puede quitar de la alfombra o moqueta.
El caso es que comiendo ayer en Madrid, al de la mesa de al lado se le ocurre levantar la copa brindando a los de otra mesa, y al bajar la copa, se le rompe y se corta en un dedo. Otro de esos casos de autoestupidez. Recuerdo dos recientes, uno tirando un batido de chocolate sobre un colega, y un mosto recien puesto en la barra, y me muero de la vergüenza.

4 commentarios:

Anónimo dijo...

Son esos momentos mágicos de descojone general mientras buscas un portal para llegar al centro de la Tierra...pero son momentos grnadiosos, luego los recuerdas y te partes, jajaja.

Bakarti dijo...

yo estuve en el del batido XDDDD
Nada supera a mi ridiculo en el colegio saliendo del baño y entrando en clase con medio body por fuera XD

Haku dijo...

jooooder, pos si que se pasa mal en esos momentos pero luego sirven pa recordarlos y partirte el culo aunque en ese momento desearias estar en la otra punta del mundo xD

Damaramu dijo...

Jo, con el batido se me debió quedar una cara...
Igual al de un tiempo te ries, pero lo que es en el momento, una pala para cabar hasta el centro de la tierra no tiene precio

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